EN CADA GRIETA QUE ATRAVIESA MI CORTEZA , HAY UNA HISTORIA. EN CADA VEREDA QUE EN MI REPOSA , UNA OPORTUNIDAD. EN CADA GOTA DE AGUA QUE DE MI MANA , UNA EMOCIÓN. EN CADA VIENTO QUE ME ACARICIA , UN AMANTE. EN CADA CATACLISMO QUE ME ENFURECE , UN AMANECER. EN CADA NOCHE HAY UN DÍA , Y EN CADA TIERRA UNA EDAD.

jueves, agosto 17, 2006

LA CRUDA REALIDAD



Si marcharse es difícil, regresar al hogar tras unos meses al otro lado del océano, es un follón. LLevo una semana en Santander y aún no me adapto por completo al cambio horario. Las 2:00 o las 2:30 am, me dan todas las noches contando ovejitas. Que nadie me pida un recuento de ellas. Lo máximo que puedo decir, es que con todas las que censé en mis noches de insomnio, podría tener una granja en Australia.
El desvelo no sería tan terrible si no tuviese que oir el horrible "rinnnnnnn" del despertador todas las mañanas. Y es que es lo que tiene ser pobre. Hay que madrugar y arrastrarse hasta el trabajo a cumplir tus 40h semanales. Supongo que no tengo derecho a quejarme. Al fin y al cabo, me queda la tarde libre para visitar a la familia. Una semana contando las mismas aventuras de mi estancia en Miami. Una semana escuchando que por un día me libré de lo de Heathrow. Una semana respondiendo preguntas. Una semana que me ha parecido un día.

Otra de las cosas que he notado es frío. Yo, la chicarrona del Norte, parezco una pobre enferma. Todo el día ataviada con la cazadora o la chaqueta mientras el resto de la población se queja de calor. Un extraterrestre causaría menos intriga que yo en estos momentos. Y es que a todo el mundo le ha dado por decir que estoy más delgada. Lo que empezaron siendo unos 3kg menos, ahora son 15 kg. Con semejante perdida de peso, comprobada científicamente y avalada por la firma de un notario, la teorías sobre el estado de mi salud se han disparado. Desde desordenes alimentarios, hasta la solitaria, pasando por extrañas enfermedades dignas de diagnóstico del Doctor House y su equipo. Y yo, cual famosa de renombre, me paso el día de desmentido en desmentido y tiro porque me toca.

De la decepción de mi tía Pili porque en Miami no ligué, mejor no hablo. Va a necesitar un psiquiátra y amenaza con mandarme la factura. Según ella y su teoría, acabo de frustrar sus ilusiones de casarme. Amén claro está, de que tengan que modificar siglos de religión para que San Antonio sea el Santo Job.

A mis amigas las ví en el concierto de Sabina. Desde entonces, esperan turno de visita.

Y mientras, yo sigo sin parar. Todo el día de un lado para otro, entonando aquello de "no hay dolor" y "hasta que el cuerpo aguante". Mi único consuelo es ese refrán que dice:
"NO HAY MAL QUE CIEN AÑOS DURE, NI CUERPO QUE LO AGUANTE"

3 Comments:

Blogger MAHOG said...

Venga, venga, que lo más duro ya pasó... ya me dijo la niña Mar que mañaa nos toca cenita. Me estoy preparando porque al fin te voy a tener quieta ante una mesa, pa poder rajar todo lo que sea menester. Prometo dejarte en paz con Miami y sus ligues.

7:26 a. m.

 
Blogger Canichu, el espía del bar said...

dado lo que cuentas... te mandamos a una ONG contra la anorexia o a tus familiares a una ONG de oculistas. Si tú te sientes bien (y está todo normal) es lo que cuenta. Saludos.

12:45 p. m.

 
Blogger EL CHICO GRIS said...

es que a veces no se sabe si es peor largarse o regresar.

2:32 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home