LOS 007 DEL INSERSO

Dicen que con los años uno va perdiendo sus complejos. La falta de tiempo induce al ser humano a ser más desvergonzado, a hacer todo lo que se le antoja y a no cuidar sus palabras. Es como si la vejez concediese licencia para ser políticamente incorrecto. ¿Existe un código deontológico de la Tercera Edad?
Esta pregunta me inquieta desde que una simpática pareja de ancianos del vecindario se presentó en casa de nuestros nuevos vecinos. Directos, y con sus sonrisas postizas de angelitos, tocaron el timbre y anunciaron que venían a fisgar cómo les había quedado la casa.
De piedra pómez se quedó la pobre mujer, que apenas tuvo tiempo de recoger la figurita de cadena cien que le regalaron como gesto de buena vecindad y apartarse para no ser arrollada por los 007 del INSERSO. Pálidos se quedarían los del CSI ante la minuciosa inspección ocular que realizaron. Amén claro está, del exhaustivo interrogatorio que llevaron a cabo.
Y es que, tal parece que dos son las aficciones al cumplir los 65: visitar obras y cotillear en la vida de los demás.
4 Comments:
Lo de las obras es real como la vida misma. Últimamente en mi pueblo proliferan, pues no ves la de capataces que hay a pie de obra mirando.
11:40 p. m.
otra afición reconocida es comer caramelos.
5:25 p. m.
Estoy contigo, la ocupación de un jubileta es la de ver obras, meterse en la vida de los demás y yo añadiría la de criticar todo lo que hacen los jóvenes... Esta juventud!!!
Excelente entrada, me reí mucho
Buen finde
6:15 p. m.
MIMISMIDAD
Yo vivo rodeada de obras. Y siempre alrededor, hay unos cuantos jubiletas.
CANICHU
Es verdad. Los caramelos forman parte de su dieta alimenticia.
HARRY REDDISH
Lo de determinar quien es joven y quien no, depende de quien juzgue. La juventud es un asunto intergeneracional. A los de 30 les parecen jóvenes los de 20 y a los de 20, los adolescentes. Y si subimos para arriba...mejor lo dejamos ahí.
8:52 p. m.
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