EXAMEN DE CONCIENCIA
Mi sombra y yo hemos reñido. Ha sido una bronca tan fea que hasta La Insoportable ha tenido que intervenir para poner paz, a su manera claro. Nos ha arreado una patada en nuestras reales posaderas y nos ha echado de casa.
A nuestra edad, en un país extranjero, con una ola de frío asolando Miami y alejadas de nuestro terapéuta, hemos deambulado por los días lavando nuestros trapos sucios.
- Te acuerdas cuando estábamos en quinto y la profesora de costura nos riñó por malgastar el
hilo, pues te lo tenías merecido. Te lo advertí y tú, terca, no me escuchaste.
- Por favor, no me vas a hacer responsable de eso. Tú eras la que entendía de costura y no me
ayudaste. Te lavaste las manos y me dejaste la responsabilidad.
- Sí claro. Ahora me vas a decir que también tuviste que decidir sóla el no asistir a aquella clase de matemáticas. Tú fuiste la que pataleaste porque las mates te aburrían y me
sacaste del aula a rastras para irnos a la cafetería.
- Y que me dices de ti, eh...Tú, Doña perfección, nos transformaste en un ser gris, aburrido y
amargado. Nadie quería nuestra compañía. Nos convertiste en proscritas...
Y así suma y sigue. Tras pasar unos días como vagabundas condenadas a soportarnos la una a la otra, hemos firmado la paz y regresado al hogar. La insoportable nos ha abierto la puerta y hemos sido conscientes de los estragos que causó en nuestra ausencia. Qué le vamos a hacer...La chica no es perfecta.
2 Comments:
Pues que la paz perdure.
9:21 p. m.
la sombra siempre acabará haciendo lo que tú quieras... hasta que te cruces con una calle llena de farolas y la sombra se tranforme en cinco o seis, ese día la riña con tu sombra puede ser una trifulca.
Y fuera de eso, momentos de pensar ¿por qué estoy donde estoy? suelen ser habituales en todos cada x tiempo en nuestras vidas. Un saludín.
1:03 p. m.
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